Esta no es una de esas cosas en las que tienes que esperar meses para sentir una diferencia.
De hecho, la mayoría de las personas lo notan la primera vez que lo usan.
Después de la primera sesión…
Tu cuello se sentirá completamente relajado.
Ese calor cálido y relajante derrite la tensión que ni siquiera sabías que llevabas encima.
Los nodos de masaje trabajan profundamente en los músculos, aflojando nudos tensos que han estado allí durante años.
Luego te sientas más liviano… más suelto… como si tu cuello finalmente hubiera tenido un descanso.
Y por primera vez en mucho tiempo sientes un verdadero alivio.
Después de una semana…
Te estás moviendo de manera diferente.
Tu postura se siente más cómoda, menos forzada. No estás ajustándote ni encorvándote constantemente.
¿Ese dolor sordo en la parte alta de la espalda está desapareciendo?
Duermes mejor. Te despiertas con menos rigidez.
Y tu cuello simplemente se siente… más libre.
Quizás incluso notes algo más:
¿Ese bulto?
No es tan difícil. No está tan hinchado.
Se siente más suave, como si tu cuerpo finalmente estuviera desprendiendo la grasa que acumuló para proteger tu columna.
Después de un mes…
Apenas reconoces tu propia postura.
Tu cabeza reposa naturalmente sobre tus hombros.
Estás más erguido, te mueves con más facilidad y te sientes más seguro, sin siquiera pensarlo.
No te escondes en las fotos.
No te vistes para cubrirte el cuello.
¿Y esa joroba que una vez pareció permanente?
Se está encogiendo.
Semana a semana.
Desapareciendo silenciosamente, porque la presión que lo causó finalmente desapareció.
Pero no confíes solo en mi palabra…